martes, 27 de noviembre de 2012

Como elegir un colchon

Cómo elegir un colchón
 
Conviene cambiar de colchón cada diez años y darle la vuelta cada tres meses
 
El grosor ideal de un colchón es de 15 centímetros, el largo de unos 10 centímetros más que la altura de quien dormirá en él, y la anchura mínima de 80 centímetros para una cama individual y 135 centímetros para una doble.
 
Durante muchos años hemos escuchado decir a los vendedores de colchones que los colchones firmes son los mejores. Esto, sin embargo, es un mito falso, porque un colchón firme no permite que la espina dorsal permanezca en posición recta. Forzar el cuerpo para tratar de adaptarse a la posición que provoca un colchón duro, es una opción equivocada. El colchón adecuado para el cuerpo humano es el que se adapta al cuerpo a la vez que soporta el peso del cuerpo en su totalidad. Sólo de esta manera logramos alcanzar la relajación total de los músculos.
1 De muelles.
 
Este colchón es el más extendido y vendido de todos. Su composición consiste en un bloque de muelles forrado con más o menos capas de acolchados, que aislan los muelles del cuerpo. Los colchones de muelles que hay en la actualidad tienen más elasticidad y un gran nivel de transpiración. El problema es que los muelles van cediendo con el tiempo, hundiéndose y quedando duros. A la hora de comprar un colchón de muelles ha de considerarse: el tipo de acero de los muelles, el calibre del alambre, el número de muelles, un acolchado de buena calidad y un buen tapizado.
 
2 De látex.
 
  El colchón de látex básicamente consiste en un núcleo de látex enfundado en un acolchado. Es adaptable y firme al mismo tiempo. Los colchones de látex, al carecer de elementos mecánicos como los muelles, duran más. Son transpirables. Son una buena opción para las personas que sudan mucho y para los enfermos que pasan mucho tiempo en la cama. Son antialérgicos, acumulan menos polvo que los de fibras o gomaespumas ya que no se cargan estáticamente. Este colchón puede estar hecho con látex natural o con látex sintético. El natural proviene del árbol del caucho, mientras que el sintético es un derivado del petróleo. Cuando lo vayas a comprar, fíjate bien en la etiqueta para saber de qué material está hecho y en qué porcentaje.
 
3 De espuma.
 
Los colchones de espuma no son los más recomendables. Sus diferentes densidades les confieren distintas durezas. Hay varios tipos: - Espuma de poliuretano. Se trata de un material sintético, mullido y resistente, que conserva mejor su forma original. Debe contar con una densidad mínima de 25 kg por metro cúbico. Tiene como inconveniente que no regula bien la temperatura y que pierde firmeza con el uso. - Espumas de última generación. Cada fabricante las vende con un nombre propio (por ejemplo, el Bultex de gama alta de Pikolin o el Airvex de gama alta de Flex). Son más higiénicas, permiten una mejor transpiración y una mayor elasticidad, pero, aunque han mejorado su resistencia al hundimiento, no alcanzan la firmeza de otros colchones.
 
4 De agua.
 
Hace años apareció este colchón en Estados Unidos y se hizo muy popular, y aún hoy se sigue vendiendo. Consta de un núcleo con celdas estancas (generalmente de vinilo) llenas de agua enfundado en una tapicería que aísla y mejora la comodidad. Actualmente su aspecto exterior es similar al de muelles clásico. Inicialmente presentó problemas en la superficie, puesto que provocaba hundimientos que podian lesionar la espalda, y también respecto a su frialdad, ya que podía causar enfriamientos musculares.
 
5 Viscoelástico.
 
Ideado por la NASA, el colchón viscoelástico tiene un material sintético que se adapta ergonómicamente al cuerpo, eliminando cualquier punto de presión. Reacciona a la temperatura corporal y mantiene la posición natural de la espalda. Es ideal para personas con lesiones en la columna, aunque es el más caro de todos. Facilita la distensión muscular y aumenta la circulación sanguínea. Este efecto elimina la presión del colchón sobre el cuerpo, lo que permite mantenerse durante más tiempo en la misma posición de descanso. Para aprovechar al máximo sus propiedades, colócalo encima de un somier de láminas con refuerzos lumbares. Cuando vayas a darle la vuelta, recuerda que sólo tiene una cara útil de uso simplemente tendrás que girarlo de la cabeza a los pies.
 
6 Otros colchones. .
 
- Los futones. Constan de un saco de algodón u otro material relleno de materiales naturales o más modernamente sintéticos. Se pueden usar como sofá de día y cama de noche.
 
- Camas de aire y colchones hinchables. El núcleo es una cámara de aire. Suelen ofrecer varios niveles de dureza y con frecuencia ésta puede ajustarse inflándolo o desinflándolo. Los colchones hinchables están muy de moda ahora como cama supletoria para usos esporádicos por el escaso espacio que ocupan al guardarlos.
 
  - Camas ajustables. Hay camas que permiten ajustar la posición de la zona de la cabeza o de los pies. El colchón no puede ser cualquiera, debe estar especialmente diseñado para adaptarse a una geometría variable, y puede ser de muelles o de espuma. Su calidad es muy importante porque la deformación es la principal causa de deterioro de un colchón.

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